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miércoles, 28 de octubre de 2009

Obesidad Infantil en España

Como complemento al Estudio presentado en el blog de ayer, "Frito y Comprobado"  hoy les introducimos algunos de los aspectos discutidos en el Video y el Estudio presentado recientemente sobre la Obesidad Infantil en España por la Universidad de Navarra.  De su lectura se desprenden todas las causas de la obesidad infantil, así como algunas ideas para cuantificar la ingesta y tratamiento.  Es un tema complejo que requiere una solución compleja.




Obesidad Infantil

INTRODUCCION

La obesidad es la enfermedad nutricional mas frecuente en niños y adolescentes en los países desarrollados, pero no sólo se limita a éstos (WHO, 1998). Estudios recientes realizados en distintos países demuestran que entre el 5-10% de los niños en edad escolar son obesos, y en los adolescentes la proporción aumenta hasta situarse en cifras del 10-20% (Dietz, 1998). Similar incidencia ha sido encontrada en nuestro país (PAIDOS, 1984). Además, la frecuencia tiende a aumentar en los países desarrollados, consitituyendo la obesidad un problema sanitario de primer orden, al ser un factor común para diversas patologías (diabetes, enfermedad cardiovascular, hipertensión arterial).

Su tratamiento es difícil y muchas veces refractario. A pesar de las dificultades en el tratamiento de la obesidad, es necesario insistir en él, debido a las consecuencias tan negativas que tiene la obesidad, tanto en la salud médica como psicológica del niño y del adolescente. Por lo tanto es necesario actuar cuanto antes y estar convencidos de que el niño obeso pierda el exceso de grasa y aprenda qué es una alimentación y estilo de vida saludable. En este sentido, es esencial trabajar en la prevención de la obesidad, concienciando a los pediatras, enfermeras, educadores y padres de la importancia de la educación nutricional de los niños desde la edades mas tempranas.

ETIOPATOGENESIS

La obesidad es una enfermedad compleja, cuya etiología está todavía por esclarecer debido a los múltiples factores implicados. Se cree que es el resultado de la combinación de factores ambientales genéticos, conductuales y de estilo de vida, neuroendocrinos y alteraciones metabólicas.

COMO CUANTIFICAR LA INGESTA ENERGÉTICA


El conocimiento de la ingesta de alimentos (y de los nutrientes y energía aportados) en los niños es de gran importancia para conocer su estado nutricional. Además de conocer el patrón de alimentación del niño, se podrán detectar posibles factores de riesgo relacionados con la dieta y establecer pautas terapéuticas adecuadas a cada caso.

La obtención de datos precisos en los recuentos dietéticos es difícil (James et al, 1981), pero no parece que los niños y adolescentes obesos ingieran mucho mas que sus compañeros no obesos (Waxman y Stunkard, 1980).

Para cuantificar la ingesta de alimentos se emplean distintas encuestas alimentarias o nutricionales:

1. Diario dietético: se recogen todos los alimentos y bebidas que el niño ingiere durante un determinado tiempo (generalmente de 3 a 7 días). Una variante es el método de la doble pesada.

2. Recordatorio de 24 horas: se recoge aquello que el niño ha ingerido en el día anterior.

3. Cuestionario de frecuencia: sobre una lista de alimentos, se señala la frecuencia con la que se consumen.

4. Historia dietética: incluye uno o más recordatorios de 24 horas y un cuestionario de frecuencia de consumo de alimentos. La información que aporta es muy completa pero debido a su complejidad y al tiempo que requiere, no se utiliza de forma rutinaria. Al interrogar al niño hemos de poder saber: el total de calorías que ingiere diariamente (se debe intentar conocer que ingiere en cada comida y entre horas, plato por plato), los posibles desequilibrios de la dieta: (cantidad de proteínas, grasas, glúcidos, aporte de vitaminas, minerales y agua), el consumo de refrescos/alcohol, el número de comidas que hace al día (si desayuna, si se salta comidas etc.), el lugar dónde come (en el colegio, casa de los abuelos, casa familiar), con quién come (con la familia completa, sólo, con sus hermanos, con sus abuelos, con sus compañeros de colegio), las posibles anomalías del comportamiento alimentario (pica entre horas, atracones, hambre nocturna), las preferencias por lo dulce o salado, el horario de comidas, el tipo de comidas que ingiere durante los fines de semana con respecto a la semana.

Ninguno de estos métodos es perfecto, ya que ninguno asegura con certeza que lo registrado corresponda a la dieta verdadera. La elección de uno u otro, dependerá fundamentalmente de los objetivos del estudio y de los recursos disponibles.

Para evaluar la ingesta del niño con obesidad, puede ser muy útil un diario dietético, junto con un cuestionario de frecuencia de consumo.

El diario dietético, según algunos autores es el método de evaluación de la ingesta más exacto. Como contrapartida, hay que tener en cuenta que su cumplimiento exige una colaboración importante por parte de la familia. Además, se ha observado que existe una tendencia a disminuir la ingesta habitual mientras dura el registro. Para cumplimentarlo de forma adecuada es necesario motivar al niño y a los padres, explicándoles de forma clara y sencilla cómo hacerlo. Es fundamental registrar todos los alimentos y bebidas que se consumen, describiendo los alimentos, la forma de preparación, la marca de los que estén envasados. Para registrar la cantidad consumida, se pueden emplear las medidas caseras (vaso, cucharada sopera...), aunque lo ideal es pesar los alimentos.

Con el cuestionario de frecuencia de consumo alimentario obtendremos información sobre la frecuencia con la que el niño consume una serie de alimentos que previamente se han sistematizado en una lista. Será necesaria la colaboración activa de la familia. Este método es rápido y sencillo de administrar, no altera el patrón de consumo de alimentos y ofrece información muy útil para realizar estudios epidemiológicos. Por otra parte, es menos preciso que el anterior en cuanto a la cuantificación de las porciones de los alimentos y la realización del cuestionario es muy laboriosa. A la hora de diseñar la lista de alimentos del registro es importante tener en cuenta el objetivo del estudio. Así, en nuestro caso será importante el incluir aquellos alimentos con alto aporte calórico. Los distintos alimentos se estructuran en listas según los distintos grupos (lácteos, huevos-carnes-pescados, verduras, frutas, legumbres, cereales, grasas, dulces y pasteles, bebidas, precocinados, miscelánea). Junto a cada alimento hay que referir la frecuencia de consumo: nunca, número de veces al año, al mes, a la semana, al día... Este método ha adquirido una gran difusión ya que, una vez elaborado, es fácil de aplicar.

TRATAMIENTO


La detección y tratamiento tempranos de la obesidad son esenciales. El porcentaje de niños obesos que permanecerán siendo obesos difieren según la edad en la que se presenta la obesidad: 14% a los 6 meses (Charney et al, 1976), 41% a los 7 años (Stark et al, 1981), y cerca del 70% entre los 10-13 años (Abraham et al, 1970).

Para realizar un tratamiento adecuado se requiere un equipo multidisciplinar compuesto de pediatras, dietistas, enfermeras, psicólogos y psiquiatras.

El tratamiento con éxito de la obesidad reside en la disminución de la ingesta calórica en relación con el gasto energético teniendo presente que las pautas de alimentación a seguir deben inculcar hábitos de alimentación y de estilo de vida apropiados que promuevan a largo plazo la disminución de peso en al menos un 20% de su peso en relación a la talla ideal; y el mantengan el peso ideal sin afectar al crecimiento y desarrollo del niño.

PREVENCION Y EDUCACION NUTRITIONAL


No hay duda de que la mayoría de los programas de prevención deben introducirse durante los primeros años de la vida, momento en el que se establecen los hábitos y conductas dietéticas y de estilo de vida. Además es imprescindible la actuación en cuanto educación nutiricional a tres niveles: niño, familia y escuelas. La preveción deberá ser todavía mas exigente en aquellos niños con factores de riesgo conocidos.

La obesidad es difícil de tratar, pero no imposible. El adelgazamiento es extremadamente beneficioso, ya no sólo desde el punto de vista médico sino también psicosocial. Los pediatras, enfermeras y dietistas deben de tener en cuenta el riesgo de iniciar dietas de adelgazamiento, ya que a veces podemos inducir una situación de anorexia nerviosa. Es por tanto necesario realizar una valoración, con la ayuda de psiquiatras y psicólogos, al inicio del tratamiento para identificar los pacientes que presentan factores de riesgo de presentar trastornos de la conducta alimentaria.

Todo el estudio, enlace:  video http://www.youtube.com/watch?v=rQmwGZeIGh8 
 

 
Para ver el video, recomendamos desconectar el playlist del blog, o pinchar el enlace para ir a la página de youtube.  Feliz y Saludable día.
 

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