Hoy terminé la sesión de varias semanas de rehabilitación de mi hombro derecho en el Hospital Calderón Guardia (CCSS). Esperamos no tengan que usar estos servicios pero si llega a ser el caso les aseguro estarán en muy buenas manos.
De la Sala de Rehabilitación y Terapia Física del Hospital Rafael Angel Calderón Guardia de Costa Rica me gustaría compartirles el siguiente escrito que adorna una de sus paredes:
Quejarse o Ser Feliz
Hoy puedo quejarme porque el día esta lluvioso, o puedo dar gracias a Dios porque tenemos agua suficiente para generar la electricidad, limpiar los ríos y regar las plantas.
Hoy puedo quejarme de mi salud, o puedo regocijarme de que estoy vivo y puedo escuchar, ver, hablar, llorar, reír o moverme.
Hoy puedo lamentarme de todo lo que mis padres no me dieron mientras estaba creciendo, o puedo sentirme agradecido de todo lo que yo mismo he logrado con mi esfuerzo.
Hoy puedo encontrar negativo el que las rosas tengan espinas, o puedo maravillarme de que las espinas tengan rosas.
Hoy puedo autocompadecerme por no tener muchos amigos, o puedo emocionarme y embarcarme en la aventura de descubrir nuevas relaciones.
Hoy puedo quejarme porque tengo que ir a trabajar, o puedo dar gracias a Dios porque tengo un trabajo.
Hoy puedo quejarme porque tengo que ir a la escuela, o puedo abrir mi mente y llenarla con nuevos y ricos conocimientos.
Hoy puedo murmurar amargamente porque tengo que hacer las labores del hogar, o puedo sentirme honrado porque tengo un techo y compañía, cuando hay tantos que sufren en la soledad.
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Evidentemente, lo que suceda hoy dependerá de mi actitud. Yo mismo soy libre de escoger qué tipo de día voy a tener.
«¿Qué tiempo cree usted que vamos a tener hoy?» -le preguntó un individuo a un pastor en el campo. «El tiempo que yo quiero» -respondió el pastor.
«¿Y cómo sabe que el tiempo será cómo usted quiere?»
«Verá usted, señor: cuando descubrí que no siempre puedo tener lo que quiero, aprendí a querer lo que tengo. Por eso estoy seguro de que hoy hará el tiempo que yo quiero.»
La felicidad y la desdicha dependen de cómo afrontemos los acontecimientos, y no de la naturaleza de los acontecimientos en sí. Aceptar no significa estar de acuerdo, sino comprender que tal cosa no depende de mí, para así adaptarme entonces a las circunstancias. De mí depende la actitud que asuma ante el hecho.
Por ejemplo, si está lloviendo y necesito salir a la calle, ir a una fiesta o cumplir un compromiso, puedo asumir diferentes actitudes:
1. Esperar y renegar bastante hasta que escampe, puesto que voy a llegar tarde a la cita, no podré ir al paseo, tendré que ponerme otra ropa, etc.
2. Disfrutar la lluvia como lo hacen los niños: Salir, mojarme, correr, sentir la brisa y las gotas de agua correr por mi cara.
3. Conseguir un paraguas o cubrirme con algo mientras paso la calle. ¡TODO ES CUESTIÓN DE ACTITUD!
El renegar no soluciona nada, ni deja pensar en las posibles soluciones. Enlace TuCoach en blogspot.
Andrea, Pancho y Milagros
Muchas gracias a los fisioterapeutas Francisco Molina, Andrea Torres, Milagros y el resto del personal de Terapia Física y Rehabilitación del Hospital Rafael Ángel Calderon Guardia (Guiselle, Alejandro, Jorge, Norma, Dr. Gil, Dr. Chaverri, Dr. Rojas, etc.) por las tres últimas semanas de tratamiento de mi hombro derecho que culminé hoy. De ahora en adelante seguiré ejercitando mi hombro en casa guiándome por las fotos y recomendaciones.
Feliz y Saludable miércoles 5 de octubre de 2011. rafaelvilagut@gmail.com
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