La Farsa Continúa: Maduro y el Nuevo Fraude Electoral en Venezuela.
La credibilidad del sistema electoral bajo el régimen de Nicolás Maduro ha sido objeto de amplio debate y críticas tanto a nivel nacional como internacional. A continuación, se presentan algunos de los principales puntos que contribuyen a la percepción de falta de credibilidad:
1. Manipulación del Consejo Nacional Electoral (CNE).
El CNE, encargado de supervisar y administrar las elecciones en Venezuela, ha sido acusado de estar controlado por el régimen de Maduro. Las designaciones de sus miembros suelen favorecer al gobierno, lo que genera desconfianza en su imparcialidad y objetividad.
2. Uso de recursos del Estado para campañas.
El régimen de Maduro ha sido acusado de utilizar recursos públicos y medios de comunicación estatales para favorecer su campaña y la de sus aliados, lo que desequilibra la competencia electoral y da una ventaja injusta a los candidatos oficialistas.
3. Intimidación y persecución de opositores.
Hay numerosos informes de intimidación, detención y persecución de líderes y activistas opositores. Este ambiente de hostigamiento disuade a muchos de participar en el proceso electoral y crea un clima de miedo e inseguridad.
4. Falta de observación internacional independiente.
Las elecciones en Venezuela han carecido de observación internacional independiente y confiable. Organizaciones como la Unión Europea, la Organización de Estados Americanos (OEA) y otras entidades internacionales han sido restringidas o bloqueadas, limitando la transparencia y la credibilidad del proceso electoral.
5. Manipulación de resultados.
Existen acusaciones de fraude electoral, incluyendo la manipulación de resultados, la alteración de actas y la inclusión de votos ficticios. En las elecciones de 2018, donde Maduro fue reelegido, se registraron denuncias significativas de irregularidades que llevaron a muchos países y organizaciones a no reconocer los resultados. Se repite la historia este 28 de julio de 2024.
6. Inhabilitación de candidatos.
Muchos candidatos de la oposición han sido inhabilitados de manera arbitraria, impidiéndoles participar en las elecciones. Esto reduce las opciones disponibles para los votantes y socava la competencia democrática.
7. Desigualdad en el acceso a medios de comunicación.
El control del gobierno sobre los medios de comunicación y la censura de medios independientes limitan la capacidad de la oposición para hacer campaña y comunicarse con los votantes, lo que afecta la equidad del proceso electoral.
8. Crisis económica y social.
La crisis económica y social en Venezuela también afecta la credibilidad del sistema electoral. Muchos ciudadanos están más preocupados por la supervivencia diaria que por participar en un proceso electoral que consideran fraudulento o manipulado.
9. Se impidió el registro de 4 a 5 millones de venezolanos en el exterior.
De los cerca de cinco millones de venezolanos con derecho al voto en el
exterior, sólo el 1% pudo depositar su voto en una urna este domingo
por las numerosas trabas impuestas por las autoridades venezolanas. No hay duda que sin estos votos la oposición ganó las elecciones, pero si se suman estos votos la paliza #ConVzla hubiera sido mucho más notable. Como muestra un botón: en mi amada Barcelona, España, donde viví seis años y yo estuve inscrito, la oposición contó con 2.931 votos con el 97,56% de los votos. PSUV + otros 2,43%. Solo en España quedaron varios miles de venezolanos sin poderse inscribir ni ejercer su derecho al voto. En los EE.UU. nadie pudo ir a votar, por no haber relaciones diplomáticas desde 2019, se estima en 640,000 venezolanos en suelo norteamericano, no pudo participar.
Conclusión.
La combinación de estos factores ha llevado a una profunda desconfianza en el sistema electoral venezolano bajo el régimen de Nicolás Maduro. Las constantes denuncias de fraude, manipulación y falta de transparencia han erosionado la credibilidad del proceso electoral, tanto dentro de Venezuela como en la comunidad internacional. La restauración de la confianza en el sistema electoral requeriría reformas significativas, transparencia y la garantía de un entorno seguro y equitativo para todos los participantes.
Feliz y Saludable 28 de julio de 2024, por rafaelvilagut@gmail.com.
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