Carta al Director del CIHAC Dr. David Diaz Arias y al Director del PPHIST-UCR Dr. William Anthony Goebel McDermont.

Desagradecimiento a mis compañeros del doctorado PPHIST-UCR promoción X CIHAC PPHIST FCS y en especial al Rector JENSEN.

A mis compañeros del doctorado PPHIST-UCR promoción X.

A CIHAC y su director
A PPHIST y su Comisión del Posgrado
Academia de Geografía e Historia de Costa Rica
A FCS-Ciudad de la Investigación.

Estimadísimos académicos y académicas costarricenses, estudiantes doctorales, doctorandos, hubiera deseado no escribir estas líneas y menos en la prestigiosa institución que representan la UCR y mi amada Costa Rica.

Una Tesis Doctoral es siempre fruto del esfuerzo personal y la colaboración de numerosas personas e instituciones, que facilitan la realización de un trabajo de investigación. En el caso que nos ocupa, se han utilizado todos los medios por anularme y desestimar mis valiosos logros internacionales en varios continentes en materia de comercio internacional de petróleo, economía de refinación, ingeniería empresarial. Hubo omisión incluso del factor humano, del factor ético y moral.

Cuando fallece el padre o la madre de un estudiante, PPHIST acostumbra poner una nota informativa de condolencias, en mi caso mi padre ingeniero agrónomo Emilio Vilagut Martin, y exalumno de la UCR en los años de 1950, quien falleció el 1 de mayo de 2016, al día siguiente me presenté a clases del Seminario Doctoral II, ese mismo curso dictado por el Director Ronny Viales, murió el padre de una compañera X promoción y en su caso, contrario al mío, se siguieron los protocolos. Ella fue dispensada de asistir a clases por varias semanas.

En el caso que nos ocupa, no solo me expulsaron sin motivos del Seminario Doctoral III y del Programa Centroamericano de Doctorado de la UCR desde 2017 hasta 2020, sino que han tomado muy feas represalias contra mi familia costarricense-española-venezolana, por las cuales hay denuncias locales e internacionales en diferentes organizaciones y juzgados que tratan el tema de los DDHH y de la justicia internacional.

En la UCR, y en CIHAC-PPHIST no han cumplido cabalmente varios artículos del la Ley 3740 vigente desde 1966, en cuanto a la colaboración de los centros de investigación de historia, entre Venezuela y Costa Rica, no han cumplido con las dos becas anuales desde 1966, no han cumplido con la exoneración de la matricula y otros aranceles. Por tal motivo, aparezco como moroso, y no solo yo sino miembros de mi familia que fueron exonerados hasta el 2015, pero por el delito del Rector de Prevaricato, cayeron en mora y además tuvieron que abandonar sus estudios de posgrado y pregrado en la Universidad de Costa Rica.

El Dr. Ronny Viales y la Dra. Ana P. Malavassi impidieron que cursara Seminario Doctoral III en el 2017, el Dr. David Diaz Arias impidió que cursara el Semanario Doctoral III en el 2019. Además la Dra Ana Maria Botey acudió a dar declaraciones a la Sala IV, en favor de los docentes denunciados por incumplir normativa universitaria, la Constitución Política de Costa Rica y un Tratado Internacional vigente con Venezuela.

El decano del SEP, no llevo el justo proceso, y pese a que grabaron con mi permiso la audiencia con el defensor universitario, tergiversaron mis declaraciones y además desaparecieron la evidencia. Todo esto es comprobable por documentos y por testigos. Un caso interesante en que los historiadores son actores y no espectadores.

En cuatro oportunidades la Red de corrupción del Rector Jensen de la UCR han intentado quitarme mi cuenta institucional, rafael.vilagut@ucr.ac.cr con la cual llevo a cabo mis investigaciones y recibo información de prestigiosos centros de investigación de todo el planeta. Además opino libremente cuando me publican mis artículos de opinión en Semanario Universidad, y últimamente que he sido vetado, me ha quedado el recurso de poner comentarios en SU y en todas las redes sociales que utilizo: TikTok, Facebook, Instagram, LinkedIn, Xing, Academia, About Me, mi canal de YouTube, etc.

Este mes de octubre 2019, pese a todos estos inconvenientes escribí y auto-publique TRES LIBROS DIGITALES en Kindle-Amazon, que están disponibles en formato de eBOOK al precio de US$2,99. Hoy día un investigador científico social, no ocupa a las Universidades, y no ocupa a las empresas editoriales para tener visibilidad, pese a todos los esfuerzos de los compañeros y de los profesores de anular a una persona, no solo académicamente, sino psicológicamente, como casi lo logran conmigo, y por lo cual he tenido que recibir tratamiento psicológico y médico, pues han afectado seriamente mi salud emocional y física.

Mis compañeros de la X promoción y los Doctores y Doctoras del Programa de Posgrado en Historia de América Central han sido indiferentes a los hechos de corrupción, que hoy ponen en riesgo la integridad física de los estudiantes de las universidades de CONARE quienes son llamados por el terror y el miedo a perder sus becas a la calle, las cuales nunca estuvieron en riesgo.

Mención especial de desagradecimiento a la Dra, Catalina Crespo Sancho, Defensora de los Habitantes de la República y colega del Dr. Jensen, por no cumplir sus funciones de defender a los habitantes de este pais. Las antecesoras son otras joyitas, que no escapan de mi desagradecimiento, como la Señora Montserrat Solano Carboni, quien fue premiada con otro cargo publico después de renunciar e indicar que en Costa Rica no se cumplen los derechos humanos. La anterior fue enjuiciada y encontrada culpable, ese es el destino que les espera a muchos de ustedes.

A los únicos que tendría que agradecer es a los académicos extranjeros de Alemania, México, Jerusalén, y Estados Unidos, que vinieron a dar cursos cortos y en los cuales participé en 2015 y en 2016. Quienes no solo vinieron a Costa Rica, sino que a través del correo se pusieron a disposición para fines académicos.

Como premio la indiferencia de académicos costarricenses y de la Dra de nacionalidad hondureña y otro de nacionalidad alemana, que pertenecen a la Comisión del Posgrado Centroamericano de Historia, han disfrutado de los beneficios de los investigadores de una institución que se reconoce como la mejor en América Central y de las primeras en América Latina. A los directores del CIHAC y del PPHIST fieles al Rector Jensen los han perpetuado en sus cargos de jerarcas. También he visto algunos de ustedes mis compañeros de la X promoción, colaborando en los despachos de Vicerrectorias de la Universidad de Costa Rica, como la de Acción Social. Enhorabuena por sus logros. Imagino que no lo están haciendo ad honorem como yo colaboré con el Sindicato de Químicos y Petroleros, SITRAPEQUIA, con la Refinadora Costarricense de Petróleo RECOPE y su filial SORESCO; y con el Tecnológico de Cartago cuando solicitaron mi ayuda en sus proyectos de la nueva refinería de Moin.

Este año y este semestre, presencie un examen de candidatura de una compañera de la X promoción cuyo tema era el Arte Contemporáneo, y la verdad la divergencia de opiniones del tribunal de académicos, y la falta de respaldo del tutor de nacionalidad alemana, me indicaron que el funcionamiento del Programa de Posgrado de Historia de la UCR no es el más adecuado desde el punto de vista académico. El examen de candidatura fue aprobado "de chiripa", pero hay que rehacer casi todo el planteamiento de acuerdo a los expertos en arte que asistieron.

Si este es el tipo de doctores que forma la UCR la FCS y la Escuela de Historia, entonces yo renuncio a culminar mi investigación sobre Historia Empresarial del Petróleo en Costa Rica con un enfoque global y comparada con Singapur. No deseo ser parte de este grupo de académicos insensibles por los problemas de su país, de su región América Central, de su universidad y de su compañero de promoción X venezolano, español, pero sobre todo con sangre costarricense hasta los primeros conquistadores y pacificadores de Costa Rica, y que a mucha honra también incluye esclavos negros, mestizos e indios en su árbol genealógico de 25 generaciones.

El edificio de la Facultad de Ciencias Sociales en la Ciudad de la Investigación, ha estado cerrado desde hace ocho días y se ha impedido que los estudiantes asistan a clases, esto es un HORROR. Las consecuencias no las veremos de inmediato, pero con toda seguridad, sus hijos y sus nietos, vivirán en una Costa Rica que no será la mejor versión de lo que pudo ser nuestro amado pais, cuya democracia y paz social corre grave peligro.

Hay muchos temas que mencionar, pero para tocar uno solo, llama la atención la falta de investigación en la UCR sobre la problemática de cinco millones de venezolanos que han tenido que huir de Venezuela, que desconocían en los Foros Institucionales UCR, en los cuales participe. Otro aspecto a rescatar es el desobedecimiento a la autoridad de los académicos del Instituto de Ciencias Económicas en cuanto a darme los papeles de trabajo de la auditoria terminada en 2014 contratada por la Contraloría General de la República, y más recientemente el impedirme en participar para comentar sobre las finanzas universitarias, pese al mandato de los magistrados de la Sala IV. Y es que en la UCR casi todos los problemas con los estudiantes y con los administrativos o algunos docentes se tiene que resolver en la Sala Constitucional o en los juzgados.

No olvidemos que el anterior Presidente de la República don Luis Guillermo Solis Rivera también forma parte de la plantilla de profesores de la Escuela de Historia, y que durante su período presidencial fue cuando Costa Rica incumplió el acuerdo internacional vigente con Venezuela, Ley 3740. Ni hablar de muchos de los magistrados de la Sala IV...

Estoy abierto a sus sugerencias y comentarios, por rafael.vilagut@ucr.ac.cr y a la rectificación y reparación del daño que han hecho a mi familia costarricense-española-venezolana y a cientos de venezolanos por una cuantía estimada en MIL MILLONES DE COLONES COSTARRICENSES.

A los veinticinco días del mes de octubre de dos mil diecinueve, al ser pasadas las ocho de la mañana. RAFAEL ALBERTO VILAGUT VEGA, Magister en Ingeniería Empresarial de la Universidad Simón Bolívar, ingeniero mecánico de la Universidad Simón Bolívar de Caracas.