¿Cuál es la diferencia entre pobreza y abundancia o riqueza? por MBA Rafael A. Vilagut, Asesor Financiero Independiente.
Muchos estamos convencidos que las personas prosperas y las pobres difieren solo por la mentalidad. En inglés lo llaman mindset, en francés état d'esprit y en criollo haitíano attitude. Las personas que permanecen en la pobreza y por varias generaciones, siguen siendo pobres porque tienen una mentalidad o actitud de escasez, no porque sus ingresos sean bajos. Esto se pasa de abuelos a padres a hijos, no importa si vives en Nueva York o en Buenos Aires.
Todos los pobres crónicos carecen de confianza en su capacidad de acumular valor y mantener compromisos a largo plazo. Aquellos con una mentalidad de abundancia se vuelven prósperos o ricos independientemente de dónde comiencen. No importa las circunstancias, ni el país, ni la moneda. Tampoco si perdieron todo en un naufragio. En todos los países del mundo hay gente rica, o prospera. Para muestra los millonarios de China, Turquía, Rusia, o América Latina.
La pobreza es una visión del mundo, una cultura y una ética, ya sea que estemos hablando de naciones, países, familias o personas. La gran mayoría de los problemas que enfrentan los pobres crónicos, se pueden resolver con un fondo de emergencia. Y esto está a un pensamiento de distancia. A una sola palabra: “basta”.
Crear un fondo de emergencia requiere tiempo, paciencia y casi todos tienen los medios para hacerlo. A partir de pagar deudas y crear un fondo de emergencia, el próximo paso es crear un fondo de objetivos concretos, como para tomar vacaciones dentro o fuera del país, construir una casa, casarte, comprar un vehículo o emprender un negocio. El paso final de la seguridad financiera es tener un fondo de retiro y saberlo administrar, mínimamente para que se mantenga el patrimonio.
Dicen que antes del 2050 las personas podrían aumentar su expectativa de vida a más de 300 años, ya existe la tecnología. En el siglo XXI muchas personas del siglo XX han sobrepasado los 100 años de vida. Para muestra: Mi abuela materna y madrina, La Niña María Angélica Adelina Rodríguez Arias, nacida en agosto de 1908 en San Joaquín de Flores, Heredia Costa Rica, sobrevivió a su hijo y a su esposo hasta los 103 años cuando falleció en febrero de 2012. Hasta el llamado de Dios, nuestra abuela fue autosuficiente financieramente gracias al Estado de Bienestar alcanzado en Costa Rica, pero esto ya cambió en las últimas dos administraciones.
El autor R. Vilagut, es Magister en ingeniería empresarial con énfasis en finanzas, de la Universidad Simón Bolívar y el IESA de Caracas, trader petrolero con Shell y Petróleos de Venezuela, autor de varios libros publicados en Kidle-Amazon, trabajó en España con Citigroup, en Costa Rica con Mapfre, y está registrado en el Banco de España y en otras instituciones de control financiero de América Latina. ravilagut@ymail.com
Muchos estamos convencidos que las personas prosperas y las pobres difieren solo por la mentalidad. En inglés lo llaman mindset, en francés état d'esprit y en criollo haitíano attitude. Las personas que permanecen en la pobreza y por varias generaciones, siguen siendo pobres porque tienen una mentalidad o actitud de escasez, no porque sus ingresos sean bajos. Esto se pasa de abuelos a padres a hijos, no importa si vives en Nueva York o en Buenos Aires.
Todos los pobres crónicos carecen de confianza en su capacidad de acumular valor y mantener compromisos a largo plazo. Aquellos con una mentalidad de abundancia se vuelven prósperos o ricos independientemente de dónde comiencen. No importa las circunstancias, ni el país, ni la moneda. Tampoco si perdieron todo en un naufragio. En todos los países del mundo hay gente rica, o prospera. Para muestra los millonarios de China, Turquía, Rusia, o América Latina.
La pobreza es una visión del mundo, una cultura y una ética, ya sea que estemos hablando de naciones, países, familias o personas. La gran mayoría de los problemas que enfrentan los pobres crónicos, se pueden resolver con un fondo de emergencia. Y esto está a un pensamiento de distancia. A una sola palabra: “basta”.
Crear un fondo de emergencia requiere tiempo, paciencia y casi todos tienen los medios para hacerlo. A partir de pagar deudas y crear un fondo de emergencia, el próximo paso es crear un fondo de objetivos concretos, como para tomar vacaciones dentro o fuera del país, construir una casa, casarte, comprar un vehículo o emprender un negocio. El paso final de la seguridad financiera es tener un fondo de retiro y saberlo administrar, mínimamente para que se mantenga el patrimonio.
Dicen que antes del 2050 las personas podrían aumentar su expectativa de vida a más de 300 años, ya existe la tecnología. En el siglo XXI muchas personas del siglo XX han sobrepasado los 100 años de vida. Para muestra: Mi abuela materna y madrina, La Niña María Angélica Adelina Rodríguez Arias, nacida en agosto de 1908 en San Joaquín de Flores, Heredia Costa Rica, sobrevivió a su hijo y a su esposo hasta los 103 años cuando falleció en febrero de 2012. Hasta el llamado de Dios, nuestra abuela fue autosuficiente financieramente gracias al Estado de Bienestar alcanzado en Costa Rica, pero esto ya cambió en las últimas dos administraciones.
Si deseas una asesoría financiera independiente, estoy para servirte. Seguramente podrías tener asesorías financieras de las instituciones donde guardas tu dinero, o del gobierno como pretende el PAC de Costa Rica, pero no serían objetivas ya que solo te recomendaría los productos financieros que ellos venden o del país.
El sistema financiero de Costa Rica está desactualizado, según los análisis de expertos y las noticias de todos los días sobre corrupción, estafas, quiebres de empresas, y un largo etc. El mundo está globalizado y ahora mismo es posible trabajar y vivir en un lugar, tener el jefe en otro, la sede de la empresa en otro y tu dinero seguro en otra jurisdicción más confiable donde no se hará sal y agua, si gana un populista o el socialismo, como pasó en Cuba, Nicaragua, Argentina, Brasil o Venezuela.
Recuerda que existen paraísos fiscales porque existen infiernos fiscales, donde las reglas del juego no están claras y donde los gobiernos creen que la forma de financiarse es solo emitiendo deuda pública, subiendo impuestos y no aumentando la competitividad.
En muchos países de América Latina y el Mundo no es seguro tener el dinero de los ahorros, en especial aquellos de alto riesgo o alta inflación, o donde es sistema financiero está caduco.
El autor R. Vilagut, es Magister en ingeniería empresarial con énfasis en finanzas, de la Universidad Simón Bolívar y el IESA de Caracas, trader petrolero con Shell y Petróleos de Venezuela, autor de varios libros publicados en Kidle-Amazon, trabajó en España con Citigroup, en Costa Rica con Mapfre, y está registrado en el Banco de España y en otras instituciones de control financiero de América Latina. ravilagut@ymail.com
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