Cada vez que hablo por
skype con algún familiar en España, o algún español en Costa Rica, el primer tema de conversación es la
"Crisis", por eso he querido compartir en
Feliz y Saludable, El calvario de la clase media.
La buena noticia, y que siempre le comento a mis amistades, es la de convertir una amenaza en una oportunidad. Y uno de los objetivos que nos hemos planteado en
Feliz y Saludable es justamente, convertir las amenazas del sobrepeso, obesidad, y crisis económica, en tu mayor fortaleza. Nosotros ya lo hicimos!
Aqui la noticia, El calvario de la clase media.
El empobrecimiento de la clase media se ha convertido en tema de conversación habitual de las sobremesas familiares y tertulias de café. La crisis, esa crisis financiera de los bonos de deuda que tiene revueltos a los mercados europeos, la crisis de los cerca de cinco millones de parados en España, la crisis que no sabe qué hacer con una generación de jóvenes sin oficio ni beneficio, se está empezando a cebar también en la clase media. Esa clase media moderna que con su consumo y sus impuestos ha financiado y se ha beneficiado del Estado de bienestar que define las últimas décadas de prosperidad en Europa. Esa clase media de los profesionales liberales, los comerciantes, los trabajadores de cuello blanco, está viendo reducido su poder adquisitivo y, también, sus expectativas de futuro.
Los salarios en una compañía de servicios de las big four son ilustrativos: este 2011 se ha eliminado el bonus, que podía llegar a representar el 30% del sueldo, para casi todos los profesionales, (incluidos los socios consolidados, cuyos ingresos se mueven entre los 100.000 y 300.000 euros anuales). Pero sobre todo, el recorte afecta a las incorporaciones. En el 2009 un abogado de primer año entraba cobrando 28.000 euros, y un auditor, 24.000. En el 2011, estos salarios se han reducido a 24.000 y 22.000.
Por primera vez, los hijos de esta clase media van a vivir peor que sus padres.
"Más que un empobrecimiento de la clase media, lo más preocupante es el empobrecimiento relativo de los hijos de la clase media, de la generación joven", dice el catedrático Josep Oliver. "A la clase media de más de 45 años, la crisis les afecta relativamente menos. Pero a los jóvenes les pedimos que se formen y se esfuercen, y como sociedad no les ofrecemos perspectivas laborales. El 100% de los 2,3 millones de empleos destruidos son de menores de 35 años". Se ha roto el contrato implícito entre generaciones, dice. Por primera vez, los hijos de esta clase media van a vivir peor que sus padres. "Los hijos del peonaje no viven peor que sus padres", añade Oliver.
Los médicos, olvidada esa época en la que fueron un colectivo elitista, también denuncian que sus niveles de exigencia y responsabilidad profesional están cada vez más alejados de su poder adquisitivo. "En Europa, los salarios de un médico que empieza son similares. Pero el recorrido no. En quince años un alemán puede cobrar tres veces más que aquí", dice Jaume Padrós, del Col·legi de Metges. "El elemento de promoción profesional se ha estancado por culpa del sistema retributivo de la sanidad pública, por eso planteamos sistemas que impliquen al médico en la gestión", añade. Un adjunto de hospital, sin complementos puede cobrar 42.000 euros al año. "En la pública se ha mantenido el aumento del IPC", dice Padrós, "pero en la privada en los últimos años se estima que se ha perdido un 20% de poder adquisitivo".
En los últimos tres años, en Catalunya se han destruido 50.000 empleos.
Otro puntal de la clase media es el comercio, donde también pintan bastos. En los últimos tres años, en Catalunya se han cerrado 10.000 establecimientos y destruido 50.000 empleos. "Entre 1996 y el 2007 el sector creció de forma exagerada y estaba sobredimensionado, pero ahora se ha ajustado más de la cuenta", dice Miguel ÁngelFraile, de la Confederació de Comerç de Catalunya.
Parece que hace un siglo pero fue hace apenas seis años, que se dispararon y empezaron a batirse récords de ventas de Audi, Mercedes, de Porsche Cayenne. Gran parte de este boom venía del mundo del ladrillo y sectores afines, pero se sumaron al carro del gasto y del consumo desaforado muchos otros profesionales. Y ahora se paga el excesivo endeudamiento de entonces
Hemos vivido un espejismo
Otros verbalizan lo que todo el mundo sabe: "Hemos vivido un espejismo, nos hemos creído que podíamos hacer más de lo que podíamos. Y necesitábamos consumir cosas superfluas como si fueran imprescindibles", dice Alfons Cornella. Y añade que "hemos dado por normales cosas que antes no eran necesarias, como las grandes facturas de consumo de teléfono móvil, los cochazos, el vestir todos con ropa cara". Sin embargo, que ese espejismo haya acabado no significa necesariamente que la clase media esté en crisis. Al menos eso es lo que aseguran los expertos, que de hecho ni coinciden en la misma definición de lo que es la clase media. El profesor de la Universidad Pablo de Olavide (UPO), de Sevilla, Antonio Villar, explica que, con los datos de la Encuesta de Presupuestos Familiares en la mano, la distribución de la renta en España en los últimos años prácticamente no ha variado. "La media del país no cambia, pero sí se redistribuye en contra de los jóvenes, y también se agravan las diferencias entre comunidades autónomas", añade Villar.
Otro dato que disimula la crisis relaciona las hipotecas de la clase media y esa moral calvinista del esfuerzo y el trabajo que tan bien define el colectivo del que hablamos. Oriol Amat, profesor de la Pompeu Fabra, explica que, según un estudio que elabora un gran banco de forma periódica, la clase media es siempre la última que deja de pagar la hipoteca. "De 100 millones de euros morosos, 50 millones corresponden a operaciones muy grandes, como una hipoteca de una casa cuya tasación ha bajado de 5 a 1 millones. Y 30 millones los han dejado de pagar los desfavorecidos".
El paro y la reducción de salarios empezaron por los niveles más bajos, pero el fenómeno va empapando hacia arriba. "En el mundo globalizado se han incorporado más de 1.000 millones de trabajadores", explica Oliver. "Eso representa una presión a la baja de los salarios para todos. Agravada en España por la generación del baby boom (los que tienen entre 35 y 45 años), que ejerce de tapón".
Apretarse el cinturón y mejorar la productividad.
Y a todo esto, ¿veremos algún día la solución? Finlandia la tuvo, dice el profesor Oliver. Hace veinte años el paro se les disparó por encima del 20%, cuando se hundió la URSS y se quedaron sin su principal mercado. Pero tomaron medidas, y ahí están, convertidos en una economía y en un modelo educativo ejemplares. "Apretarse el cinturón y mejorar la productividad. Para mantener el nivel de vida hay que trabajar más y mejor".
"No tiene sentido indignarse", dice Cornella. "Es el momento de actuar: de llevar adelante iniciativas, de salir al extranjero a aprender. La clase media debe convertirse en emprendedora". Y aporta una tendencia que empieza a aparecer: "Si queremos mantener el estatus y tenemos menos recursos, habrá que compartir (el coche, la casa de vacaciones). Las revoluciones son lentas, pero ya aparecen los síntomas". Será duro, pero se remontará.
Para cualquiera que desee información detallada de cómo convertir sus debilidades en fortalezas, y las amenazas en oportunidades, que nos escriba.