Costa Rica ante el desafío del ultra lujo: preparación y visión de futuro

La llegada creciente de millonarios y centimillonarios a Costa Rica, atraídos por su naturaleza, estabilidad y calidad de vida, representa una oportunidad histórica. Sin embargo, también plantea un reto profundo: ¿están preparados el país, sus instituciones, empresas y el sistema financiero para adaptarse a este nuevo perfil de inversionistas y residentes?

El mercado inmobiliario de ultra lujo no es solo la construcción de mansiones o proyectos exclusivos; implica un ecosistema integral que abarca financiamiento sofisticado, fideicomisos bien estructurados, servicios legales y fiscales confiables, y, sobre todo, modelos de negocios transparentes y sostenibles. Los inversionistas de alto patrimonio no solo buscan propiedades, buscan confianza, seguridad y profesionalismo.

Costa Rica necesita fortalecer varios frentes para estar a la altura:

1. Instituciones sólidas y ágiles: la burocracia excesiva, la inseguridad jurídica y la lentitud en permisos son obstáculos que podrían alejar capital. La simplificación de trámites y la seguridad en el marco regulatorio son imprescindibles.

2. Sistema financiero robusto y transparente: se requiere mayor supervisión, controles de riesgo efectivos y un mercado de capitales moderno que permita a los inversionistas canalizar recursos de manera eficiente y segura.

3. Empresas innovadoras y responsables: los modelos de negocio deben evolucionar hacia esquemas de inversión y desarrollo que equilibren rentabilidad y sostenibilidad, evitando estructuras opacas o con riesgos mal gestionados que perjudiquen la confianza del mercado.

4. Gobierno con visión estratégica: el Estado debe entender que atraer inversión de alto nivel no es solo cuestión de incentivos fiscales, sino de garantizar infraestructura, seguridad, conectividad y un entorno legal confiable.

5. Sociedad preparada para convivir con el cambio: la llegada de grandes patrimonios transformará comunidades locales, generando empleo y dinamismo económico, pero también presión social y ambiental. Por eso, se requiere planificación urbana y respeto a la sostenibilidad.

Costa Rica está frente a una coyuntura que puede marcar su futuro económico. Si el país logra alinear instituciones, empresas y sistema financiero con estándares internacionales de calidad, transparencia y sostenibilidad, podrá consolidarse como un destino de referencia global para la inversión de ultra lujo. Si no lo hace, corre el riesgo de perder esta ola de oportunidades y de repetir errores del pasado.

Este es un llamado a la reflexión y a la acción: la preparación no es opcional, es la única manera de que esta riqueza emergente se traduzca en bienestar real y duradero para Costa Rica.

Rafael Vilagut, Estratega Financiero y de Viajes, 15 de septiembre de 2025, rafaelvilagut@gmail.com