Viviendo hasta 150: ¿Una bendición financiera o el nuevo gran reto económico?
Los avances científicos liderados por David Sinclair en Harvard apuntan a terapias epigenéticas capaces de rejuvenecer células y prolongar la vida humana hasta 120 o incluso 150 años. Este cambio abriría enormes oportunidades —más años productivos, menos enfermedades crónicas y mejor calidad de vida— pero también grandes desafíos financieros, desde la necesidad de ahorrar mucho más para la jubilación hasta la presión sobre pensiones y sistemas de salud. El artículo reflexiona sobre cómo esta revolución biológica podría transformar nuestras finanzas personales y la economía global.
Resumen de la investigación científica
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David Sinclair, genetista en Harvard, trabaja en terapias genéticas epigenéticas que tienen el potencial de rejuvenecer células y tejidos, con la meta de alargar la vida humana de forma saludable. obwaldnerzeitung.ch+3hms.harvard.edu+3nmn.com+3
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La idea clave es que con tratamientos epigenéticos —sin alterar la secuencia del ADN, pero modificando cómo se expresa— se podría “restablecer” parte de la información epigenética perdida con la edad, restaurando funciones celulares que normalmente se deterioran. En animales (ratones, monos) ya se han observado signos cuantificables de rejuvenecimiento. hms.harvard.edu+1
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Uno de los enfoques es desarrollar moléculas que puedan administrarse oralmente o mediante tratamientos relativamente simples — pastillas o moléculas que “acarreen” los efectos, en lugar de terapias genéticas invasivas para todos. Se plantea que estos tratamientos podrían, con el tiempo, hacerse lo bastante asequibles. 21stcentech.com+1
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A pesar de los avances, hay barreras importantes: costo elevado, apoyo institucional limitado, desafíos regulatorios, seguridad a largo plazo, y asegurarse de que los beneficios (y los riesgos) sean bien evaluados. obwaldnerzeitung.ch+2Global HR Community+2
Reflexión: impacto en las finanzas personales si viviésemos 120-150 años
Vivir mucho más tiempo podría traer enormes cambios no sólo sanitarios y sociales, sino también económicos. Aquí algunos posibles efectos — positivos y negativos — sobre las finanzas de las personas.
Posibles beneficios financieros
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Más años productivos
Si una persona permanece en buenas condiciones físicas y mentales por más tiempo, podría trabajar muchos más años, generar ingresos adicionales, ahorrar e invertir durante más tiempo. Eso permitiría acumular patrimonio mayor, recibir pensiones durante periodos más largos de actividad laboral, etc. -
Reducción de algunos costos asociados a enfermedades crónicas
Si los tratamientos epigenéticos pueden prevenir o retrasar enfermedades relacionadas con la edad (Alzheimer, enfermedades cardiovasculares, cánceres, etc.), se podrían evitar muchos gastos médicos, de hospitalización, cuidado a largo plazo y dependencia. Esto sería un gran alivio para gastos personales y para sistemas de salud públicos o privados. nmn.com+2SpringerLink+2 -
Mejora en calidad de vida
No sólo vivir muchos años, sino vivirlos con salud: menos años “de enfermedad” implican menos gastos médicos, menor necesidad de asistencia, cuidado domiciliario, traslados, aparatos de asistencia, etc. Esto afecta de forma directa el presupuesto personal. SpringerLink+1 -
Potencial de nuevas oportunidades económicas
Con mayor longevidad y salud, podrían surgir nuevas industrias: terapias de rejuvenecimiento, seguros especializados, productos para personas mayores activas, educación continua, mercados de ocio y cuidados, etc. Muchas personas podrían invertir en estas áreas o recibir servicios innovadores.
Posibles desafíos y costos
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Mayor necesidad de ahorros y planificación financiera
Si ahora muchas personas planean sus finanzas considerando 70-80 o 90 años de vida, vivir hasta 120-150 exigirá ahorrar mucho más, prever muchos más años de retiro, gastos médicos extendidos, vivienda, cuidado si la salud decae, etc. -
Costos de tratamientos novedosos
Las terapias genéticas o epigenéticas probablemente serán muy costosas al principio. No todo el mundo podrá accederlas. Esto crea desigualdades: quienes tengan recursos podrán prolongar su vida activa con mayor salud; los demás podrían quedarse con modelos tradicionales de cuidado médico, con menos beneficios. obwaldnerzeitung.ch+2Global HR Community+2 -
Sistemas de pensiones y seguridad social bajo presión
Las pensiones están diseñadas bajo supuestos de esperanza de vida actuales. Si la gente vive mucho más tiempo, los fondos de pensiones actuales podrían volverse inviables: más personas cobrando por más años. Eso podría obligar a aumentar las contribuciones, retrasar edades de jubilación, reducir montos de pensión, cambiar la forma en que se calculan los beneficios. elibrary.imf.org+2PubMed+2 -
Gastos de cuidados a largo plazo
Aunque la salud mejore, es probable que hacia los años muy avanzados haya necesidad de cuidados especializados, más tiempo de atención médica, posibles discapacidades o deterioros que el tratamiento no logre evitar. Esos costos se acumulan. Vivienda adaptada, cuidados domiciliarios, aparatos, etc. -
Inflación de costos de vida para edades avanzadas
Muchas cosas que se descuidan suelen pasar al final: costos relacionados con movilidad, vivienda accesible, transporte, seguridad, apoyo social. Si muchas personas viven hasta edades muy altas, la demanda de servicios para ancianos/no tan jóvenes podría subir, elevando sus precios. -
Desigualdades y brecha entre quienes pueden pagar y quienes no
Las terapias podrían ser un privilegio de clases económicas altas, mientras que la mayoría tenga acceso limitado. Eso generaría brechas en salud y riqueza que pueden reforzarse generación tras generación.
Escenarios a contemplar
Para entender mejor cómo podría afectar esto de forma concreta, conviene pensar en diferentes escenarios:
| Escenario | Edad promedio de muerte / longevidad realista | Estado de salud durante la vida (años saludables) | Implicaciones financieras más probables |
|---|---|---|---|
| Conservador | 100-110 años | Muchos años con buena salud, pero deterioro progresivo final | Ahorro significativamente mayor; pensión/derechos sociales ajustados; alto gasto médico al final |
| Moderado | 120 años | Salud buena hasta los últimos 20 años | Necesidad de planear retiro muy extendido, quizás trabajar hasta edades más avanzadas, seguro de salud premium, vivienda pensada para ancianidad prolongada |
| Ambicioso | 150 años o más | Salud excelente durante 120 años, deterioro leve al final | Vida larga muy productiva, pero enorme carga para sistemas públicos, desigualdades marcadas, costos de terapia elevados hasta masificar el acceso |
Evidencia económica actual
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Un artículo estima que retrasar el envejecimiento (intervenciones biológicas) puede ahorrar miles de millones en costos de salud a largo plazo y mejorar la calidad de vida de muchas personas. Por ejemplo, un análisis llama “The economic value of targeting aging” sostiene que un aumento de la esperanza de vida en 1 año gracias a mejorar cómo envejecemos tiene un valor económico (para EE.UU.) de decenas de billones de dólares; 10 años de mejora supondrían cifras aún mayores. PMC+1
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Otro estudio modela el impacto de intervenciones basadas en biomarcadores del envejecimiento, mostrando que si se controla la tasa de envejecimiento desde edades medias se pueden reducir mucho los costos médicos acumulados a lo largo de la vida. arXiv
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Investigaciones relacionadas con gastos en atención a largo plazo muestran que conforme aumenta la longevidad, los costos del cuidado especializado, la atención domiciliaria y la infraestructura de salud se incrementan rápidamente. PubMed+2PubMed+2
Reflexión final: ¿Qué debería hacer cada persona hoy para prepararse?
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Ahorrar más temprano y con la expectativa de vivir mucho tiempo; diversificar inversiones pensando no solo en décadas, sino en muchos más años.
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Mantener estilos de vida saludables, pues el aumento de la longevidad que se aproveche dependerá en buena medida de la salud (porque vivir muchos años enfermo puede costar mucho más que vivir menos años saludables).
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Prever seguros, planes de pensión o retiro con flexibilidad, ajustables, que puedan adaptarse a cambios en la esperanza de vida.
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Estar atento al desarrollo de estas terapias: cuándo estarán disponibles, cuál será su costo, su seguridad, su regulación.
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Considerar la equidad: exigir políticas que garanticen acceso justo, para que no solo los que pueden pagar se beneficien.
Conclusión
Vivir hasta 150 años —siempre que sea con buena salud— podría ser una extraordinaria transformación para la humanidad, con enormes beneficios personales (más tiempo para amar, aprender, producir, disfrutar). Pero también implica retos financieros no menores, tanto personales como sociales: ahorros, sistemas sociales y de pensiones, costos médicos, equidad.
La clave estará en cómo se desarrollen estos avances (cuándo, a qué costo, cuán seguros sean) y qué políticas se implementen para distribuir beneficios de forma equitativa. Si no se piensa en lo económico y social desde ya, la longevidad podría convertirse en una carga muy pesada para muchos, no en una ventaja.
Preguntas para reflexionar
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¿Hasta qué punto te gustaría vivir 120-150 años si eso implicara ciertos riesgos médicos o costos económicos elevados?
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¿Cómo cambiaría tu forma de ahorrar, de trabajar, de jubilarte, si se diera por sentado que vivirás mucho más tiempo?
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¿Qué deberíamos exigir como sociedad para que las terapias de longevidad sean accesibles, no solo un lujo?
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¿Cómo pueden ajustarse los sistemas de pensiones, salud pública y seguro privado para ese futuro?
Rafael Vilagut, Estratega Financiero y de Viajes, San José de Costa Rica 17 de septiembre de 2025, WhatsApp +506 6110 8665, rafaelvilagut@gmail.com

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