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martes, 11 de noviembre de 2025

🚘 De fabricar carros a fabricar robots: la nueva ruta de las automotrices hacia la Inteligencia Artificial General (AGI)

 


🚘 De fabricar carros a fabricar robots: la nueva ruta de las automotrices hacia la Inteligencia Artificial General (AGI)

Por Ing. Rafael Vilagut – Estratega Financiero y de Viajes
📩 Feliz y Saludable | Newsletter Finanzas Felices 11-11-2025


Un cambio silencioso pero profundo

En los últimos meses, varias empresas automotrices de Europa, Asia y Estados Unidos han empezado a mirar más allá de los motores eléctricos o autónomos. Su nueva meta es mucho más ambiciosa: construir robots humanoides inteligentes, capaces de realizar tareas industriales y domésticas, e incluso de razonar de manera general.

Lo que hace unos años parecía ciencia ficción ahora forma parte de los planes de compañías como Tesla, XPeng, Hyundai o Volkswagen, que ven en la inteligencia física (Physical AI) un nuevo mercado tan grande como el de los carros eléctricos. La transición está en marcha, y promete transformar por completo la cadena de suministro y la lógica de las fábricas del futuro.


Tesla y XPeng abren el camino

El caso más conocido es el de Tesla, que además de sus modelos eléctricos, desarrolla el robot humanoide Optimus. Elon Musk ha asegurado que dentro de poco estos robots trabajarán en las propias plantas de Tesla realizando tareas repetitivas o peligrosas, antes de venderlos a otras industrias.

Por su parte, la empresa china XPeng Motors anunció su proyecto IRON, un robot humanoide que utiliza el mismo chip de inteligencia artificial “Turing” que controla sus carros autónomos. El objetivo es unificar el cerebro digital que mueve tanto a los vehículos como a los robots, reduciendo costos y aumentando la capacidad de aprendizaje.

Ambos ejemplos revelan una tendencia clara: las automotrices están utilizando su experiencia en electrónica, baterías, sensores y software para entrar en el terreno de la robótica avanzada y la AGI aplicada.


Europa y Corea no se quedan atrás

El grupo Hyundai, dueño de Boston Dynamics, está impulsando la producción de robots industriales y humanoides para sus propias plantas y para exportación. En Europa, consorcios como FAW-Volkswagen y UBTech ya están probando robots colaborativos en líneas de ensamblaje en China, mientras que Airbus, desde el sector aeronáutico, explora robots humanoides para ensamblar piezas complejas en entornos diseñados para manos humanas.

Esto nos lleva a una pregunta interesante:

¿Podrían también las fábricas de aviones transformarse y empezar a producir robots AGI en los próximos años?


De motores y chasises a chips y actuadores

Fabricar un carro tradicional requiere cientos de proveedores: acero, baterías, chips, plásticos, pinturas, sensores y neumáticos.
Fabricar un robot AGI también necesita una red compleja de insumos, pero con otros énfasis:

  • Chips de inteligencia artificial: potentes procesadores diseñados para aprender y razonar.

  • Actuadores de precisión: los “músculos” del robot, fabricados por empresas especializadas en control de movimiento.

  • Sensores avanzados: cámaras, giroscopios, micrófonos, sensores hápticos y de temperatura.

  • Materiales ligeros y resistentes: aleaciones, polímeros y componentes de alta precisión.

  • Software multimodal y redes neuronales: el “cerebro” que integra visión, lenguaje y movimiento.

Muchos de estos elementos provienen de las mismas industrias que abastecen a las automotrices. Es decir, las fábricas de carros ya tienen gran parte de la infraestructura para producir robots. Solo necesitan añadir una nueva capa de inteligencia y control.


¿Y qué pasará con la industria aeronáutica?

El caso de Airbus y otros fabricantes de aviones muestra que la frontera entre sectores se está difuminando. Las fábricas de aeronaves dominan procesos de ensamblaje preciso, materiales compuestos y sistemas de control complejos. Estas competencias podrían aplicarse perfectamente a la fabricación de robots humanoides o industriales.

Las barreras principales son regulatorias (por la seguridad aérea) y de escala, ya que la aviación produce en volúmenes más bajos. Pero la capacidad técnica está ahí. Si las automotrices ya están migrando a la robótica, no sería extraño ver a fabricantes de aviones o drones hacer lo mismo en esta década.


Riesgos y oportunidades

La expansión hacia la robótica AGI abre un nuevo horizonte económico, pero también plantea desafíos:

  • Oportunidades: diversificación de ingresos, automatización avanzada, creación de nuevos mercados laborales tecnológicos.

  • Riesgos: desplazamiento de empleos tradicionales, concentración tecnológica en pocas manos, y dependencia de chips y componentes críticos.

Para los países en desarrollo, el reto será no quedarse solo como consumidores de robots, sino integrarse en las cadenas de valor de alta tecnología —produciendo sensores, materiales o software especializado.


Reflexión final

La historia se repite: igual que los carros sustituyeron a los caballos, los robots inteligentes podrían acompañar o reemplazar a los trabajadores humanos en múltiples tareas.
Pero más allá del temor o la fascinación, lo importante es comprender el cambio industrial y prepararse para él.

Los carros del siglo XXI ya no solo se moverán con electricidad: también pensarán. Y las fábricas que los producen podrían convertirse, muy pronto, en fábricas de inteligencia física.


Ing. Rafael Vilagut
Estratega Financiero y de Viajes
📞 +506 6110 8665
🧭 Blog:
Feliz y Saludable

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