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miércoles, 4 de septiembre de 2024

Antonella Sudasassi Furniss y Las Memorias de un cuerpo que arde una temática universal.

 


Antonella Sudasassi Furniss y "Las Memorias de un Cuerpo que Arde": Una Temática Universal.

San José, Costa Rica, miércoles 4 de septiembre de 2024. Por Rafael Vilagut.

La mañana del lunes 2 de septiembre, en Aviñón, una pequeña ciudad al sureste de Francia, el Tribunal de lo Criminal de Vaucluse abrió sus puertas para uno de los juicios más perturbadores de la historia reciente del país. Dominique Pelicot, de 71 años, se presentó ante el tribunal junto con otros 50 hombres, todos acusados de participar en las violaciones sistemáticas de Gisèle Pelicot, una mujer de 72 años que, durante casi una década, fue drogada y ofrecida a decenas de desconocidos mientras permanecía inconsciente en su propio hogar.

Los acusados, cuyas edades varían entre los 26 y los 74 años, representan un mosaico de la sociedad francesa: obreros, camioneros, un periodista, un enfermero e incluso un guardia de prisiones. Este juicio, que se extenderá durante cuatro meses, no solo busca determinar la culpabilidad de estos hombres en los 92 actos de violación registrados durante el proceso de instrucción, sino que también revela la monstruosidad oculta detrás de la aparente normalidad de un matrimonio de larga data.

Esta historia nos lleva a reflexionar sobre un tema universal y profundo: lo que significa ser mujer en una sociedad que muchas veces silencia sus voces. Este tema es abordado en Costa Rica por Antonella Sudasassi Furniss en su segunda película, Memorias de un Cuerpo que Arde. En esta obra cinematográfica, Sudasassi explora la complejidad de la experiencia femenina a través de las vivencias de tres mujeres —Ana, Patricia y Mayela—, quienes, educadas en una era represiva donde la sexualidad era un tabú, van descubriendo lo que significa ser mujer a través de reglas tácitas e imposiciones implícitas. Sus voces se encarnan en una sola mujer de 65 años que revisita recuerdos, secretos y deseos ocultos.

Puedes ver el tráiler oficial de la película aquí: MEMORIAS DE UN CUERPO QUE ARDE (tráiler oficial).

Hace dos días invitado por mi gran amigo costarricense Josué Hernández, tuve la oportunidad de asistir a la proyección de Las Memorias de un Cuerpo que Arde en el cine Magaly. Este filme, como su anterior trabajo El Despertar de las Hormigas (2019), no se limita a explorar únicamente la experiencia femenina; toca una fibra más profunda, que trasciende el género. Nos habla del alma humana, que no tiene sexo ni edad. Nos invita a reflexionar sobre cómo las dinámicas de poder y el abuso pueden afectar a cualquier ser humano, sin importar su género o edad.

Al igual que en el juicio que sigue conmocionando a Francia y al mundo, donde el cuerpo de una mujer fue convertido en objeto de abuso sistemático, esta película sugiere que cualquier ser humano —hombre o mujer, heterosexual o gay— puede ser víctima de una sociedad que, en su silencio o permisividad, perpetúa la violencia y el abuso.

Los invito a ver Las Memorias de un Cuerpo que Arde y a dejar sus comentarios. Es una oportunidad para reflexionar, para cuestionar y, sobre todo, para dialogar sobre los roles que nos han sido asignados y los límites que debemos romper para ser verdaderamente libres.

También podés ver en diferido la entrevista que Josué Hernández, le hizo ayer a  Antonella Sudasassi Furniss en la Taza oficial, en facebook, donde todo cabe.

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