Adiós Don Hernán: Legado, Elegancia y Amistad

 

Adiós Don Hernán: Legado, Elegancia y Amistad

Hoy nos despedimos con profundo cariño y respeto de don Hernán Carlos Rafael Robles Oreamuno, quien partió de este mundo a sus 93 años, el pasado 29 de mayo de 2025, en Escazú, San José. Su funeral, celebrado esta mañana en la Iglesia Don Bosco con el Pbro. Mario Segura Bonilla, secretario adjunto de la Conferencia Episcopal de Costa Rica y el sepelio en Montesacro, Curridabat, nos reunió a familiares, amigos y vecinos que compartimos con él una vida de conversación, elegancia y legado.

Un árbol con raíces profundas

Nacido el 4 de noviembre de 1931 en San José, don Hernán fue el hijo menor de Miguel Ángel Robles Troyo (1882-1955) y Amalia Cándida Rafaela Oreamuno Flores (1889-1971), descendientes de familias notables y comprometidas con la historia y el desarrollo de Costa Rica. Su árbol genealógico está lleno de personajes distinguidos —juristas, pensadores y líderes— que sembraron en él una vocación de servicio, integridad y sabiduría.

Hijo y nieto de figuras respetadas, perteneciente a la tradicional familia Robles Oreamuno, fue parte esencial de la continuidad de esa herencia. Su hermano Miguel Antonio Robles Oreamuno, nacido en 1926, también dejó huella como esposo de doña Julia Aguilar Pacheco.

La familia: su mayor orgullo

Don Hernán compartió su vida con doña Ana Isabel Macaya Bolaños, su eterna compañera, hoy reunidos de nuevo en la eternidad. Juntos formaron una familia ejemplar con cinco hijos, numerosos nietos y bisnietos. Su hijo mayor, Carlos Hernán, nos ofreció unas emotivas palabras en la misa, mirando con amor y gratitud la fotografía de su padre, reflejo de una vida bien vivida.

Abogado de altura, pionero en el país

Don Hernán fue parte de la prestigiosa firma Robles Oreamuno, un bufete con historia desde 1968 y renombre nacional e internacional. Fue también el primer gerente de Del Monte en Costa Rica, ocupó cargos relevantes en empresas como Shell y presidió el Comité Nacional de INCAE, institución a la que también perteneció como miembro del Consejo Directivo.

Estos títulos no solo hablan de éxito profesional, sino de confianza, visión estratégica y compromiso con el país.

Un vecino ejemplar

Quienes tuvimos el privilegio de vivir cerca de él en la Urbanización Guayabos IV etapa, sabemos que no solo fue un abogado brillante, sino un amigo generoso. Con frecuencia compartíamos largas conversaciones desde su casa o "el play" frente a su hogar. Hablábamos de política, economía, historia… y sobre todo, de vida. Fue uno de los miembros fundadores de nuestra comunidad y su influencia permanece en cada rincón del barrio.

Mi madre, doña Nydia Vega de Vilagut, mis hermanos y yo, Rafael Vilagut Vega, queremos expresar nuestras más sinceras condolencias a toda su estimada familia, hijos, sobrinos, nietos y bisnietos. Nos honró con su amistad, su cortesía y su serenidad. Fue un caballero en todo el sentido de la palabra.

Un reencuentro con sus ancestros

Hoy, en su descanso eterno, imaginamos a don Hernán reencontrándose con su linaje: con su bisabuelo Celso de Jesús Robles Guzmán, su madre Amalia Oreamuno, su padre Miguel Ángel Robles Troyo, y otros tantos nombres ilustres como Juan de Dios Robles Navarro, José Nicolás de Jesús Oreamuno Ortiz y José Rafael de Jesús Oreamuno Carazo, que trazaron la historia de Costa Rica desde el siglo XIX.

Su legado continúa

Hoy no decimos adiós, sino gracias. Gracias, don Hernán, por su sabiduría, su ética profesional, su don de gentes, y por sembrar valores que seguirán floreciendo en sus cinco hijos, tres sobrinos Robles-Aguilar, 15 nietos, 6 bisnietos, colegas y vecinos.

Descansa en paz, querido amigo. Tu memoria vive en cada conversación que tuvimos, en cada decisión bien tomada, en cada consejo compartido. Como escribiera el poeta: “No llores porque terminó, sonríe porque sucedió”.

En un país en el que todos parecemos ser primos, resulta que el padre de Don Hernán es primo hermano del abuelo del actual Presidente de la República, Don Rodrigo Chaves Robles. Esta conexión familiar se da a través de los linajes Robles y Jiménez, que comparten ancestros comunes en generaciones pasadas. Así, mientras uno llegó a liderar la nación, el otro dejó huella en su ámbito profesional, mostrando cómo las raíces familiares en Costa Rica a menudo entrelazan las historias de personajes destacados.

 

 

Fuente: https://vilagut.tribalpages.com Feliz y Saludable viernes 30 de mayo de 2025, por Rafael A. Vilagut-Vega, autor, web, https://felizysaludable.blogspot.com/ corredor de bolsa y asesor de inversiones internacionales, rafaelvilagut@gmail.com