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viernes, 22 de agosto de 2025

Estados Financieros 2024: Saprissa en la cuerda floja entre la auditoría y la narrativa oficial

 


Estados Financieros 2024: Saprissa en la cuerda floja entre la auditoría y la narrativa oficial

Introducción

El Deportivo Saprissa, uno de los clubes más importantes de Costa Rica y referente en la región, publicó hace apenas dos días sus estados financieros auditados al cierre de 2024, elaborados por la firma Grant Thornton. Lo que debía ser un ejercicio de transparencia terminó en un vendaval mediático y contable: mientras el informe muestra pérdidas significativas y advierte sobre la continuidad del club como negocio en marcha, la dirigencia asegura que la institución es sólida, con deudas manejables y respaldo de activos. La polémica recuerda que en contabilidad, más allá de los números, la interpretación y la narrativa juegan un papel central.


Los números brutales

El reporte financiero muestra un giro drástico respecto al año anterior. En 2023, Saprissa había cerrado con una utilidad cercana a los $1,5 millones, pero en 2024 registró una pérdida neta de alrededor de $2,5 millones. El cambio equivale a una caída de $4 millones en tan solo un año.
La auditoría fue más allá: advirtió sobre una posible quiebra técnica, ya que las pérdidas acumuladas superan el 50% del capital social, lo que genera dudas serias sobre la continuidad de la institución bajo el concepto de “negocio en marcha”, un término técnico que en el lenguaje contable significa que la organización enfrenta riesgos de no poder sostener sus operaciones si no toma medidas.


¿Cuánto se debe realmente?

Uno de los puntos más controversiales es la deuda. El presidente Juan Carlos Rojas reconoció públicamente que Saprissa mantiene una deuda bancaria de $18 millones, asegurando que está al día y respaldada por activos sólidos, además del apoyo del grupo Horizonte Morado.
Sin embargo, varios analistas independientes y medios especializados estiman que los pasivos reales podrían alcanzar los $33 millones si se consideran todas las obligaciones. A esto se suma la duda sobre créditos internos, como un préstamo vencido con empleados por ₡72 millones, que aún no ha sido aclarado del todo.


La voz de los auditores

El informe auditado incluyó una advertencia de “incertidumbre material sobre la capacidad de continuar como negocio en marcha”. Bajo las Normas Internacionales de Auditoría, esta es una alerta seria que los auditores deben comunicar cuando detectan riesgos que podrían afectar la viabilidad futura de la entidad.
Aunque esta mención no implica que el club vaya a desaparecer mañana, sí obliga a los directivos a ser más transparentes y a tomar medidas concretas para garantizar la estabilidad.


El discurso del club

Frente a la tormenta mediática, la dirigencia de Saprissa se ha mostrado firme. Asegura que la deuda está controlada, que los compromisos financieros se cumplen puntualmente y que el club tiene un respaldo patrimonial robusto. Incluso, señalan que hay proyectos estratégicos en marcha —como el posible nuevo estadio— que darán mayor solidez financiera en el mediano plazo.
La narrativa oficial busca transmitir tranquilidad a socios, aficionados e inversionistas, aunque el contraste con la lectura técnica de la auditoría mantiene abierta la discusión.


Saprissa en la cuerda floja entre la auditoría y la narrativa oficial

El caso Saprissa demuestra cómo la contabilidad no siempre ofrece verdades absolutas, sino escenarios que dependen de interpretaciones, enfoques y narrativas. Los auditores tienen la obligación de advertir riesgos, mientras que los dirigentes suelen enfatizar la fortaleza y las perspectivas a futuro. Entre una y otra visión, queda claro que el club enfrenta un reto delicado: recuperar la confianza, ordenar sus números y demostrar que el gigante morado sigue firme tanto en la cancha como en sus finanzas.

Rafael Alberto Vilagut, editor de Feliz y Saludable y de Finanzas Felices, viernes 22 de agosto de 2025, rafaelvilagut@gmail.com 

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