Maduro, llegó tu hora: huye como Pérez Jiménez, pero cargando la ruina de 9 millones de exiliados
Marcos Pérez Jiménez huyó a España en 1958 tras perder el apoyo militar. Hoy, Nicolás Maduro está acorralado: sin legitimidad, con la destrucción de Venezuela a cuestas, una diáspora de casi 9 millones de almas y una recompensa de 50 millones de dólares sobre su cabeza. La historia se repite, pero esta vez con miseria y dolor.
La historia se repite, pero en clave de tragedia
En 1958, Marcos Pérez Jiménez dejó el poder y huyó. Lo hizo en medio de la presión popular y la pérdida del respaldo militar, pero dejó tras de sí obras públicas, autopistas, viviendas y hospitales que todavía hoy son referencia.
En 2025, Nicolás Maduro enfrenta el mismo dilema, pero el contraste es brutal: no deja un legado de progreso, sino un país devastado, un pueblo hambriento y una diáspora forzada de casi 9 millones de venezolanos que, como mi familia y yo, tuvimos que abandonar la tierra que amamos.
Similitudes con Pérez Jiménez: el reloj del poder se agota
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El desgaste militar: así como Pérez Jiménez perdió la lealtad de las Fuerzas Armadas, Maduro enfrenta cada vez más fracturas internas en la cúpula militar.
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El aislamiento internacional: en 1958 la Guerra Fría limitaba los apoyos; hoy, Maduro apenas cuenta con la protección de regímenes autoritarios como Rusia, Irán y Cuba.
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El clamor popular: reprimido con violencia, pero imposible de apagar.
Diferencias: del cemento al hambre
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Pérez Jiménez dejó estructuras de progreso.
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Maduro deja ruinas, apagones, hospitales sin insumos, PDVSA destruida y millones de niños sin futuro.
Su nombre no quedará en la historia como constructor, sino como destructor.
La espada de Damocles: la Armada de EE.UU. y los 50 millones de dólares
El margen de Maduro se achica. Washington mantiene la recompensa de 50 millones de dólares por información que conduzca a su captura.
La Armada de Estados Unidos ya patrulla en el Caribe y Atlántico, enviando un mensaje inequívoco: el tiempo del dictador se agota.
El dictador en su encrucijada final
Según el análisis del experto en seguridad citado por CNN en el video “Maduro está en la peor encrucijada de su vida”las opciones de Maduro se reducen a tres:
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Pactar una salida con garantías mínimas.
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Huir, como Pérez Jiménez, hacia un refugio autoritario.
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Aferrarse al poder con violencia, al precio de más hambre, muertes y aislamiento.
Conclusión: no hay dictadura eterna
La diferencia entre Pérez Jiménez y Maduro es clara:
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El primero huyó con un país que todavía recordaba sus obras.
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El segundo será recordado como el hombre que sepultó la democracia, saqueó la riqueza petrolera y obligó a millones de familias a huir de Venezuela.
Maduro, llegó tu hora. La historia no perdona. ¿Vos que opinás? ¿Cuál es la razón de la armada de EEUU en el Caribe, cerca de las costas venezolanas?
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