Venezuela bajo asedio: la dictadura de Maduro enfrenta la coalición internacional en el Caribe
La reciente decisión de Estados Unidos de desplegar destructores, submarinos y aeronaves en el Caribe, bajo el argumento de combatir el narcotráfico, no puede entenderse solo como un operativo contra carteles de droga. Detrás de esta ofensiva se encuentra un trasfondo político y estratégico: aumentar la presión contra el régimen de Nicolás Maduro, un gobierno que ha condenado a la miseria a millones de venezolanos y que hoy representa una amenaza real para la estabilidad regional.
La coalición y su alcance
Washington ha formado una coalición con países como Argentina y Trinidad y Tobago, sumando el respaldo de otras naciones caribeñas y latinoamericanas que ven en el chavismo no solo un aliado del crimen organizado, sino también un centro de operaciones que alimenta la corrupción, el lavado de dinero y la penetración de grupos armados ilegales en la región.
Para los gobiernos aliados, esta operación es un mensaje claro: no se tolerará que un narcoestado siga desestabilizando a América Latina, exportando crisis y refugiados, y generando redes de violencia que afectan desde el Cono Sur hasta Centroamérica.
Caracas contra las cuerdas
El régimen de Maduro ha reaccionado denunciando la presencia militar como una amenaza a la soberanía y buscando apoyo en foros internacionales. Sin embargo, su margen de maniobra es limitado. La economía venezolana está quebrada, con hiperinflación latente, deterioro del sistema energético y una población que sobrevive con salarios de hambre. Los 9 millones de venezolanos en la diáspora entre los que me incluyo junto a mi familia somos prueba viviente del fracaso del modelo chavista.
Frente al despliegue militar, Caracas sabe que no se trata aún de una invasión, pero sí de una estrategia para asfixiarlo política y diplomáticamente. El régimen apuesta a sus aliados históricos —China, Rusia, Cuba y Nicaragua— para reforzar su narrativa de víctima de un “imperialismo agresor”.
Riesgos económicos y sociales para la región
La prolongación de la crisis venezolana tiene un costo incalculable para la región:
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Migración masiva: países como Colombia, Perú, Ecuador y Chile ya enfrentan tensiones sociales por la llegada de millones de venezolanos en busca de oportunidades. La presión migratoria aumenta la xenofobia, colapsa sistemas de salud y educación, y genera competencia desigual en el mercado laboral.
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Inseguridad transnacional: las fronteras venezolanas son hoy santuario de grupos irregulares, narcotraficantes y bandas armadas que operan con impunidad. Esto no se limita a Venezuela; la exportación de violencia amenaza directamente a países vecinos.
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Impacto económico: el colapso de Venezuela arrastra oportunidades de inversión y comercio en la región, además de fortalecer economías ilegales que socavan los sistemas financieros formales.
Riesgos militares y geopolíticos
Aunque los analistas coinciden en que una invasión a gran escala es improbable en el corto plazo, el Caribe se ha convertido en un tablero de ajedrez entre potencias. Estados Unidos y sus aliados buscan cerrar el cerco sobre Maduro, mientras Rusia y China ven en Venezuela un punto estratégico para desafiar la hegemonía estadounidense en el hemisferio.
La militarización del Caribe eleva el riesgo de incidentes que puedan escalar rápidamente. Un error de cálculo podría desatar un conflicto que afecte a toda la región.
El futuro inmediato
Lo cierto es que mientras Maduro siga en el poder, Venezuela no podrá estabilizarse ni contribuir al desarrollo de América Latina. La coalición internacional entiende que el problema ya no es solo interno: se trata de una dictadura que exporta crisis. La pregunta no es si habrá un desenlace, sino cuándo y cómo ocurrirá.
La historia reciente demuestra que los regímenes autoritarios caen cuando se combinan la presión externa con el quiebre interno. Hoy, millones de venezolanos dentro y fuera del país esperan que esa combinación finalmente ponga fin a más de dos décadas de opresión.
San José de Costa Rica, Rafael Alberto Vilagut editor de Finanzas Felices en LinkedIn y el Blog Feliz y Saludable, celebrando 1,5 millones de visitas acumuladas desde 2009, rafaelvilagut@gmail.com

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