Covid-19 y lanzamiento en CoinBene Brasil: aceleración de la petroeconomía a la criptoeconomía. San José de Costa Rica 17 de junio de 2020, por Rafael A. Vilagut, rafaelvilagut@gmail.com
Estamos viviendo un fenómeno que se ha acelerado con el evento inesperado del Coronavirus, su primera y segunda ola en el 2020 y que está afectando en mayor escala a Europa y las Américas.
Si es cierto que estábamos en una transición lenta de la petrosociedad a otra diferente, pareciera que ahora esta se relaciona más con la blockchain y la criptoeconomía. La caída espectacular de la demanda y los precios del petróleo son una prueba de ello.
Según la Universidad española de Alcalá, en su descripción del posgrado Master Ethereum, la criptoeconomía presume que a través de la democratización de la emisión monetaria (las criptomonedas o Bitcoins) y a través de una plataforma tecnológica (Blockchain) existirá un mundo de iguales, con una distribución de la riqueza perfecta.
Entre los actores de poder de esta nueva sociedad destacan los mineros, así como en la petrosociedad moribunda destacan los Bancos Centrales.
Los Mineros son los nodos implicados en el proceso de minería. Estos se encargan de validar nuevas transacciones y grabarlas en nuevos bloques que van formando la blockchain. Los nuevos bloques, que contienen las nuevas transacciones, que fueron lanzadas desde la creación del último bloque, se minan cada X minutos. En Bitcoin, Bitcoin Cash, Bitcoin SV y Bitcoin Vault cada 10 minutos aproximadamente, aunque este intervalo varía dependiendo de cada blockchain. A partir del momento en el que se mina un nuevo bloque y es incluido en la cadena, se abre una nueva ronda para competir por resolver el nuevo problema matemático.
El proceso de Minería consiste en la creación de nuevas monedas BTC, BCH, BSV, BTCV, etc, a partir de la resolución de un problema matemático, basado en un algoritmo de hash criptográfico, por parte de nodos (denominados mineros), que participan del protocolo de consenso PoW de una blockchain.
A dicho proceso, se le llama Minería, porque la generación de nueva moneda está diseñada para simular rendimientos decrecientes, al igual que la minería de metales preciosos. La solución al problema se llama Prueba de Trabajo, y se incluye en el nuevo bloque creado como prueba del esfuerzo computacional gastado por el minero.
Para que los Nodos Mineros estén interesados en participar del algoritmo de consenso PoW de la cadena de bloques, el propio algoritmo implementa dos tipos de recompensas que se entregan al nodo minero que consiga crear un nuevo bloque en la cadena.
1.- Nuevas monedas generadas en el momento de la creación de cada nuevo bloque.
2.- La suma de las comisiones o tasas asociadas a las transacciones que forman el nuevo bloque.
En los protocolos PoW, cada vez que se crea un nuevo bloque, se generan nuevas monedas en la blockchain. Se trata de un sistema deflacionista de emisión de moneda, en el que en algún momento la recompensa dada a los mineros por nueva creación de monedas desaparecerá, y sólo quedará el incentivo de las comisiones de las transacciones que forman los nuevos bloques.
En el caso de Bitcoin, BCH, y del BSV, se estima que después del año 2140, todos los ingresos de los mineros serán dados a través de las comisiones de las transacciones.
Una de las virtudes del nuevo Bitcoin Vault es que su proceso de minería es más rápido y de apenas unos pocos años, y que las recompensas por bloques cada diez minutos son considerablemente mayores. En lugar de hablar del halving, como en el caso del BTC, que inició con una recompensa de 50 y que cada cuatro años aproximadamente, se reduce a la mitad, el BTCV comenzó con una recompensa de 175 y se reduce en una cantidad fija de 25 aproximadamente cada seis meses. Desde el pasado primero de mayo se hizo la primera reducción a 150 monedas cada diez minutos, en octubre la nueva recompensa será de 125 monedas hasta mayo del 2021.
Lo antes expuesto ayuda a entender la gran rentabilidad para los mineros de BTCV sobre los mineros del BTC, BCH y BSV y el papel protagónico del histórico Bitcoin Vault en la transición de la moribunda petrosociedad actual a la criptosociedad que sin lugar a dudas será adoptada por toda la humanidad, como lo hizo ya con la internet.
En el ámbito de la blockchain, y de la criptoeconomía, se puede interpretar que el proceso de minería se encarga principalmente de dos cuestiones: implementar un mecanismo eficiente y deflacionario de oferta monetaria, e implementar, junto con otros procesos, de un mecanismo de consenso descentralizado, sin una autoridad central de confianza, en el que se basa toda la seguridad subyacente de la cadena de bloques.
Con el Bitcoin Vault se corrigen los problemas de diseño de sus antecesores, y sus tres llaves privadas aseguran una mejor eficiencia para los usuarios de esta moneda que ha tenido desde su lanzamiento en el Exchange Coineal.com de Corea del Sur, un performance sin igual en el ecosistema cripto.
A partir del 17 de junio de 2020, los usuarios de América Latina del novedoso y más avanzado tecnológicamente bitcoin 2.0 se podrán beneficiar con el lanzamiento del par BTCV-USD en CoinBene.com del Brasil.
Por lo que he sido testigo, no dudo que esta moneda que ya tiene la segunda potencia de minado mayor del mundo después del bitcoin con casi 7 ExaHash/s y el puesto número trece en capitalización, con $1,7 billones de dólares a un precio de referencia de $268,78 dará mucho que hablar en los próximos dos años.
Si te interesa ingresar en el selecto grupo de mineros “hodlers” de BTCV te puedo hacer buenas sugerencias, de una comunidad de mineros satisfechos con 400.000 billeteras calientes (hot wallet) de BTCV, que cada día vemos multiplicada nuestra inversión en TeraHash/s.
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