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viernes, 25 de septiembre de 2009

La historia de López

Cada uno elige cómo vivir su vida… y al final, la actitud lo es todo


Nuevamente tocamos el tema de la Actitud, en el día de hoy una historia que circula por correo electrónico y en varios blogs, si no la conoces, espero que te guste, y si ya te llego, pregúntate como ha sido tu actitud últimamente. A mi me la envío mi hermana Irene a través de mi correo gmail y hoy se la paso a todos ustedes.


López era el tipo de persona que te encantaría ser.


Siempre estaba de buen humor y siempre tenía algo positivo que decir. Cuando alguien le preguntaba cómo le iba, el respondía: "Si pudiera estar mejor, tendría un gemelo".


Había tenido varios destinos y varios de sus colaboradores le habían seguido en todos ellos, por su actitud: era un motivador natural. Si un empleado tenía un mal día, López estaba ahí para decirle al empleado cómo ver el lado positivo de la situación.


Este estilo me causó curiosidad, así que un día fui a buscar a López y le pregunté:


- No te entiendo, no es posible ser una persona positiva todo el tiempo. ¿Cómo lo haces?...


López respondió: Cada mañana me despierto y me digo a mi mismo: “López, tienes dos opciones hoy: puedes escoger estar de buen humor o puedes escoger estar de mal humor; escojo estar de buen humor". Cada vez que sucede algo malo, puedo escoger entre ser una víctima o aprender de ello. Escojo aprender de ello".


Cada vez que alguien viene a mí para quejarse, puedo aceptar su queja o puedo señalarle el lado positivo de la vida. Escojo señalarle el lado positivo de la vida.


- Si, claro, pero no es tan fácil, protesté.


- Sí lo es, dijo López. Todo en la vida es acerca de elecciones.


Cuando quitas todo lo demás, cada situación es una elección. Tú eliges cómo reaccionar ante cada situación, tú eliges cómo la gente afectará tu estado de ánimo, tú eliges estar de buen humor o mal humor.


En resumen, TU ELIGES COMO VIVIR TU VIDA.


Reflexioné en lo que López me dijo...


Poco tiempo después, por cuestiones de residencia, perdimos contacto, pero con frecuencia pensaba en López, cuando tenía que hacer una elección en la vida en vez de reaccionar contra ella.


Varios años más tarde, me enteré que López dejó abierta la puerta de atrás de su negocio, y fue asaltado por tres ladrones armados.


Mientras trataba de abrir la caja fuerte, su mano, temblando por el nerviosismo, resbaló de la combinación. Los asaltantes sintieron pánico y le dispararon.


Con mucha suerte, López fue encontrado relativamente pronto y llevado de emergencia a una clínica; después de ocho horas de cirugía y semanas de terapia intensiva fue dado de alta, aún con fragmentos de bala en su cuerpo.


Me encontré con López seis meses después del incidente, y cuando le pregunté como estaba, me respondió: "Si pudiera estar mejor, tendría un gemelo".


Le pregunté que pasó por su mente en el momento del asalto. Contestó:


“Lo primero que vino a mi mente fue que debí haber cerrado con llave la puerta de atrás. Cuando estaba tirado en el piso, recordé que tenía dos opciones: podía elegir vivir o podía elegir morir. Elegí vivir".


"¿No sentiste miedo?“ le pregunté.


López continuó: "Los médicos fueron geniales. No dejaban de decirme que iba a estar bien. Pero cuando me llevaron al quirófano, las expresiones en las caras de los médicos y enfermeras me asustaron. Podía leer en sus ojos: "es hombre muerto." Supe entonces que debía tomar una decisión”.


"¿Qué hiciste?" pregunté.


López me dijo: "Bueno, uno de los médicos me preguntó si era alérgico a algo, y respirando profundo grité:


- "Si, a las balas" - Mientras reían, les dije: "estoy escogiendo vivir, opérenme como si estuviera vivo, no muerto".


López vivió por la maestría de los médicos, pero sobre todo por su asombrosa actitud. Aprendió que CADA DÍA TENEMOS LA ELECCIÓN DE VIVIR PLENAMENTE.


Sólo se frustran quienes dejan de ver la parte positiva de sus resultados y de la vida. La ACTITUD, al final, lo es todo.


La decisión de cómo eres, cómo te ves, cómo te sientes, cómo vives, ¡Es tuya!


Ahora tienes dos opciones:


1. Pasar de largo este mensaje, ó


2. Copiarlo y enviarlo a quien aprecies, sobre todo si es alguien que está pasando un mal momento.


Que tengas un buen día!

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