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sábado, 10 de diciembre de 2016

Más vale prevenir que curar

Más vale prevenir que curar

Barcelona (Redacción de Vivirmejor.com).-«Más vale prevenir que curar» Todos hemos escuchado esa frase infinidad de veces pero nos cuesta ponerla en práctica, al menos en lo relativo a la salud. Y es que es en estos primeros meses de otoño, cuando deberíamos comenzar una rutina preventiva para afrontar mejor la dura época del invierno, aconseja el experto en aromaterapia Alfredo Fdez. Quevedo, farmacéutico y naturópata.

Las temperaturas bajas favorecen la aparición de virus

La bajada de las temperaturas supone automáticamente un aumento de casos de resfriados, gripes y otras infecciones como amigdalitis, otitis o sinusitis. Son muchas las explicaciones que se han intentado encontrar para este fenómeno, pero actualmente parece que:

- Las temperaturas bajas favorecen la multiplicación de los virus.

- Los hábitos de vida del invierno aceleran la propagación de distintos gérmenes. Efectivamente, en esta época del año pasamos menos tiempo al aire libre, cohabitando con otras personas en espacios cerrados.

- El sistema inmunitario se encuentra debilitado entre otras cosas por una disminución de la vitamina D.

Lo que está claro es que ante una misma exposición a virus y bacterias hay individuos más propensos a desarrollar una infección mientras que otros las resisten mejor. La clave se encuentra en el sistema inmunitario, nuestro ejército defensor frente a agentes externos. Estimular su funcionamiento óptimo debe ser el objetivo principal durante todo el año, especialmente en el otoño.

Consejos preventivos higiénico-dietéticos

Hay una serie de consejos generales sobre la higiene de vida que conviene recordar:

- Dormir al menos 8 horas diarias para respetar el descanso de nuestro organismo.

- Reducir los niveles de estrés, puesto que aumenta la producción de cortisol, una hormona inmunosupresora.

- Lavarse las manos varias veces al día.

- Mantener los niveles de vitamina D tomando el sol frecuentemente durante cortos períodos de tiempo. Existen alimentos que contienen la forma asimilable de esta vitamina, como el pescado azul, la yema de huevo y la mantequilla.

- Y otros muchos consejos que suelen recomendarnos nuestros médicos.

De igual manera existen extractos naturales de conocidas propiedades antioxidantes (acerola y naranja, ricas en vitamina C), inmunoestimulantes (propóleo y equinácea) e incluso adaptógenas (ginseng y eleuterococo). Su eficacia constatada no ha hecho sino aumentar su popularidad, pasando a ser productos cada vez más conocidos en nuestro país.

Aceites esenciales para prevenir y combatir las infecciones del invierno

Los aceites esenciales, extractos líquidos muy concentrados obtenidos por destilación de plantas aromáticas en corriente de vapor, pueden ser extremadamente útiles para prevenir y combatir las infecciones del invierno.

El simple hecho de dispersarlos en una habitación con un difusor de aromaterapia permite eliminar los microorganismos de la atmósfera evitando los contagios. De igual forma pueden emplearse por vía tópica o incluso oral para estimular la producción de inmunoglobulinas, los famosos anticuerpos de nuestro sistema inmunitario. Si ya es demasiado tarde y los virus o las bacterias han comenzado a colonizar el organismo, las propiedades antivirales y antibacterianas de ciertos aceites esenciales conseguirán eliminarlos eficazmente a la vez que se tratan los síntomas con plantas expectorantes, mucolíticas e incluso analgésica.

Así pues, los aceites esenciales constituyen una farmacopea innovadora y eficaz que puede servirnos como tratamiento alternativo o complementario a la medicina convencional.

Fuente: La Vanguardia (Barcelona, España).  Preparación para el invierno con aceites esenciales.  06/11/2015 11:50 | Actualizado a 30/11/2015 17:53.

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