Lo hemos dicho infinidad de veces... "Cuando se trata de la salud, la felicidad es más importante de lo que usted imagina. De hecho, tener una buena disposición mental ayuda a sentirse feliz a diario, algo fundamental para vivir más y para hacerlo mejor. Para que lo compruebe le proponemos este plan. Dibuje una sonrisa en su rostro y comience a disfrutar del bienestar."
1: El desafío
Las personas que hacen lo que les gusta, ya sea una carrera o un hobby, tienen cierto brillo. Esta clase de felicidad que se siente cuando se invierte cierto tiempo en hacer las cosas que lo apasionan. Hacerlas bien también alimenta un sentimiento de bienestar y puede hacer maravillas por la autoestima y, por lo tanto, influir positivamente en una mejor calidad de vida, ya que permite afianzar sentimientos de control personal, aumentar la autoconfianza y por lo tanto el poder y la voluntad indispensables para enfrentar los desafíos de la vida. ¿Cuál es el desafío? Justamente que invierta tiempo en algo que lo apasione. Aprenda algo nuevo o disfrute de compartir una caminata con un grupo. Usted tiene talentos escondidos que puede descubrir quizá tomando clases de danza o alfarería, o estudiando teatro. Salga del cascarón.
2: La apertura
Muchas personas están más sensibilizadas hacia los sentimientos de otros que en contacto con los propios. Si le suena familiar, es tiempo de abrirse hacia sus sentimientos y conocer su interior. Para hacerlo lleve un diario de su estado de ánimo. En él puede invertir 5 o 10 minutos del día escribiendo acerca de...
• Los temas que le preocupa.
• La importancia de ciertas relaciones en su vida.
• La forma que puede organizar su rutina para hacer lo que le da placer. Es un modo simple de volver la mirada hacia usted, indispensable para ocuparse de las cosas que pueden hacerlo sentir feliz.
3: Encuentre tiempo para Ud.
Lejos de ser una actitud egoísta, comprometerse a pasar tiempo a solas con usted mismo es esencial para recuperar energía y mantenerse en contacto con su interior. Para lograrlo, planifique una cita consigo mismo y, una vez por semana haga algo que realmente desea (ir al cine, caminar, tomar un café... a solas). Asegúrese de anotarlo en el calendario familiar, y en el personal, y defienda su posición de modo realista. Es posible que esta actitud sorprenda a su entorno. Si así sucede, establezca límites con valentía para decir NO y comunique clara sencillamente que ese tiempo es necesario para su bienestar. O no lo comunique y simplemente !hágalo!.
4: Piense en panorámico
Una vez que haya logrado priorizar sus deseos y llevarlos a la práctica, dedique algo de su tiempo a ampliar la perspectiva y conectarse con su entorno. Tanto las personas con una vida espiritual rica como aquellas que dedican algo de su energía a ayudar al prójimo experimentan mayor felicidad. Quizá por las relaciones más estrechas que se generan o por encontrar un nuevo sentido y propósito a la vida. Para lograrlo puede unirse a tareas comunitarias a través de algún voluntariado, a un grupo religioso si el poder de la fe le resulta atrayente o simplemente acercarse a la naturaleza para reconectarse con algo en el mundo físico que es más grande que usted.
5: Re-descubra la alegría
Agregar risa y juego a su día es un buen comienzo, pero también es importante encontrar satisfacción en la vida. Tómese su tiempo para disfrutar de las pequeñas cosas, ya sea jugando con sus hijos o apreciando los primeros delicados brotes de su rosal.
Agregue humor rodeándose de personas que la hacen reír o mirando películas que le hacen soltar carcajadas. Identifique las formas en las que puede estar limitando los placeres en su vida (ya sea por su actitud mental o su escaso o acelerado tiempo) y trate de encontrar nuevas formas de disfrutar.
Enlace, artículo original internet.
Feliz y Saludable sábado 20 de marzo de 2010.
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