Durante las vacaciones de navidad y fin de año una serpiente estuvo cerca de atacar a mi sobrino en el parque a unos metros de nuestro domicilio en Costa Rica, este problema cada vez es más serio y la BBC acaba de publicar un largo e interesante artículo que les compartimos en Feliz y Saludable.
Picaduras de serpientes, un problema global en aumento
Se desliza sigilosamente por el suelo de la selva. Está probando el aire, el terreno... Está a la caza de su próxima víctima.
Se trata de un depredador de dos metros de largo, cuyo veneno es capaz matar a cinco personas de una sola picada.
Esta habilidad convierte al crótalo adamantino, así como a otras muchas especies de serpientes venenosas, en una de las especies de animales más temidas y difamadas.
Una nueva investigación sugiere que el problema de las culebras que accidentalmente pican a las personas puede ser peor de lo que previamente se pensaba.
Las consecuencias de dichas picaduras son mortales tanto para las personas como para las serpientes.
Un estudio reciente señala que, cada año, alrededor de 5,5 millones de personas son víctimas de picaduras de serpientes, lo cual se traduce en números trágicos: alrededor de 400.000 amputaciones se llevan a cabo y entre 20.000 y 125.000 personas mueren.
Pero aún así, estos cálculos no representan la verdadera escala del problema.
Los expertos temen que se esté convirtiendo en un problema de salud global. Por eso, consideran que es clave que se hallen formas para mitigar los efectos y para que tanto las serpientes como las personas puedan convivir pacíficamente.
Millones de picaduras
Enfrentar las picaduras causadas por las serpientes puede ser extremadamente difícil. Con frecuencia es imposible saber cuáles especies de serpientes son las responsables de una picadura en específico.
La identificación de las picaduras es particularmente difícil en los países en vías de desarrollo, pues la mayoría de los incidentes se producen en la noche en las comunidades rurales que carecen de electricidad o luz artificial.
De acuerdo con los expertos, es clave que las comunidades rurales se informen sobre los tipos de culebras.
La víctima, que muchas veces vive en condiciones de pobreza, tiene que encontrar un tratamiento médico antes de que el veneno le provoque una desfiguración permanente e incluso la muerte.
El año pasado, un equipo internacional de investigadores procedentes de Costa Rica, Australia, Brasil y el Reino Unido publicaron una investigación en la revista especializada Toxicon.
El artículo redactado por José María Gutiérrez de la Universidad de Costa Rica, David Warrell de la Universidad de Oxford y otros investigadores hizo un llamado para que se evalúe cuántas personas son picadas por serpientes y qué tipo de heridas presentan.
Si una serpiente venenosa muerde a un campesino en África, Europa o Asia, probablemente salvará su vida gracias a un suero antiofídico fabricado a miles de kilómetros de distancia, en Costa Rica, donde se ubica el Instituto Clodomiro Picado, uno de los más importantes del mundo en esa especialidad.
Por ejemplo, aunque los investigadores estiman que más de 5 millones de personas podrían ser víctimas de picaduras de serpientes anualmente, también indican que muchas investigaciones están basadas en cuestionarios hechos a las personas que viven en las comunidades, más que en los registros de admisiones a hospitales.
De acuerdo con un equipo de investigadores de la Universidad de Toronto, que entrevistó a habitantes de comunidades rurales en India, un millón de personas sufren las picaduras de culebras cada año.
La gravedad del problema ha sido reflejada en un documental de la BBC, "Un millón de picaduras de serpientes" (One Million Snake Bites).
Vea el documental (en inglés) AQUI
El programa de la BBC detalla cómo un experto en India, Romulus Whitaker, está intentando motivar y educar a las comunidades locales sobre las serpientes que viven a su alrededor.
Antídoto
Al ayudar a las comunidades a entender y a respetar las serpientes que comparten su tierra, Whitaker espera que las serpientes como la cobra rey no sea atacada.
El experto ha trabajado de cerca con la tribu Iruka, que tiene una larga tradición en la captura de serpientes, para crear una cooperativa que le proporcione venenos de serpientes a los laboratorios del país.
El objetivo es crear un antídoto para salvar más vidas. Ese es el único tratamiento efectivo para las picaduras de serpientes.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, en la África Subsahariana, hogar de varias especies venenosas, existe una crisis en la producción de antídotos.
Eso se debe, en parte, al alto costo de los tratamientos antivenenosos, lo cual es visto como la principal barrera para que se use en los países en vías de desarrollo.
Gutiérrez y Warrell ayudaron a crear la Iniciativa Global de Picaduras de Serpientes (Global Snake Bite Initiative), publicada el año pasado en la revista especializada The Lancet.
El objetivo de la iniciativa es ayudar a los gobiernos y a las instituciones de salud a reconocer el verdadero impacto de las picaduras de las serpientes y a producir los mejores antídotos
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