Dicen que era simpático y divertido hasta en las situaciones más graves. Que se le daba mal decir "yo", porque siempre estaba pendiente de los demás. Que no tenía miedo a la vida ni a la muerte. Que estaba enamorado de Dios y lo contagiaba. Que sus misas estaban hasta los topes, porque daba gusto oírle predicar. Que era cercano con todos, incluso con quien le insultara por la calle, de quien acababa siendo amigo.
Era buen montañero. Coronó todas las cimas españolas con más de 2.000 metros, cimas de Los Alpes con más de 4.000 metros, y otras mayores en América y Asia. Siempre que podía, celebraba misa en la cumbre.
Sacerdotes, monjas y gente de toda condición le pedían que predicara ejercicios espirituales, por todo el mundo. Y no sabía decir que no. Eso le llevó a un convento cisterciense en Tulebras (Navarra), en febrero de 2009. Les habló de la muerte, con alegría. Al día siguiente subió al Moncayo (2.300 metros), la última cima española que le quedaba por conquistar.
Las últimas palabras que dijo a su familia por teléfono, unos minutos antes de morir, fueron: "he llegado a la cima".
Pablo Domínguez Prieto nació en Madrid el 3 de julio de 1966. Se ordenó sacerdote a los 24 años.
Doctor en Filosofía y en Teología, publicó 7 libros y decenas de artículos, impartió más de 50 conferencias...
La última, doce días antes de morir en febrero del 2009 a los 42 años, fue el detonante de un documental:
You Tube DIOS une a creyentes y ateos
Emprendiendo Negocios en la Fe
Para aquellos que creen en Dios ( o tengan la duda), y tengan un proyecto, en Costa Rica, hoy los invitamos muy cordialmente a la Charla del Ing Romano Espinoza titulada “Dejándose Guiar por Dios” en el Citec a las 18:00h. Se solicita una colaboración de 2.000 colones por persona para donar al Hogar de niños Jesús, María y José. Confirmar asistencia al teléfono (00.506) 2202-3952 o por el correo rarauz@cfia.cr con Raquel Arauz. Hemos asistido a las tres charlas anteriores y hemos quedado muy satisfechos.
Feliz y Saludable lunes 14 de marzo de 2011. Rafael A. Vilagut.
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